Sobre las 09.00 salíamos hacia Torla.Sin palabras de los paisajes que se veían de camino y se notaba que la carretera se empinaba hasta llegar a Torla.
Como era Junio aún permiten ir con el coche hasta el aparcamiento de la pradera de Ordesa,porque durante Julio y Agosto hay que dejar el coche en Torla y hacer la aproximación en autobús.
Al llegar al aparcamiento ya no quedaban muchas plazas libres.Serían sobre las 10.00 de la mañana.Lo que hicimos fue ir a los aseos y acercarnos al punto de información.Después comenzaba nuestra aventura...sobre las 10.15h.
La ruta se divide en en 3 partes:La subida por la senda de los cazadores hasta el Mirador de Calcilarruego,aproximación a la Cola de Caballo por la Faja de Pelay y vuelta a la Pradera de Ordesa por el valle.
La parte más dura de la ruta es la senda de los cazadores.Es algo más de hora y media en constante subida y en zigzag hasta que se llega al mirador,con lo que realmente desde la salida del aparcamiento hasta el mirador apenas se avanza nada,sólo se sube.Nos tomamos la subida muy tranquilamente,ya que sabíamos que nos quedaban muchas horas de ruta.Hacíamos una paradita cada 15' para beber algo.Ayuda mucho el hecho que es una subida en la que predomina la sombra.Se suben desde unos 1300m hasta unos 1900m y cuando estás arriba en el mirador,se tienen unas vistas impresionantes,que compensan el esfuerzo de la subida,y desde donde se divisa el valle y el aparcamiento muyyyyy lejos....
Al poco del tramo de la Faja de Pelay se empieza a ver la Brecha de Rolando,que según cuenta la leyenda,tras ser derrotado en la batalla de Roncesvalles,decidió huir de sus perseguidores,y al verse acorralado por no encontrar un paso por estas montañas,decidió arrojar su espada para abrir un hueco por el que pasar.
Desde este punto iniciamos un tramo en el que nos encontramos a muchísima gente,gentío que no abandonamos hasta la Cola de Caballo.La festividad de San Juan se dejaba notar....
Predominaba el pino negro.Todavía no se divisaba el Monte Perdido,pero estaba por llegar...Cuando lo empezamos a ver nos dimos cuenta de su grandiosidad y más de uno dijimos,por fin lo vemos!!!Desde allí ya quedaba poco para ver la Cola de Caballo.
Cuando estábamos sentados y comiendo,vimos gente que subía hacia el refugio de Góriz y a nosotros nos entró el gusanillo para la próxima visita a Ordesa,pero no subiendo por las Clavijas de Soaso,sino por la Senda de los Burros.
Las piernas ya pesaban bastante y rellenamos nuestras botellas de agua en la fuente que había a mitad de camino de vuelta.Pasamos por varias cascadas más,por un bosque de hayas que parecía sacado de un cuento de hadas.Ya faltaba poco para llegar a la Pradera,estábamos muy cansados pero después de 8h. y de haber visto lo que vimos a merecido la pena.
Hasta otra vez que nos calcemos las botas.
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